A principios del siglo XIX las pequeñas ciudades de la región norte de Suiza, como La Chaux-de-Fonds y Granges, se convirtieron en centros de fabricación de relojes suizos. En esa época, Racine era una familia muy conocida por su fabricación de relojes en Granges.
El fundador, Ariste Racine, invirtió las letras de su nombre para crear la marca “Enicar”. Desde entonces se dedicó a producir relojes de alta calidad, entre los cuales, sus innovadores relojes leíbles de bolsillo, que encantaban a los soldados europeos y el personal ferroviario durante la primera guerra mundial.
La nueva fábrica, establecida en Bienne fue un cambio importante que permitió el crecimiento de la excelencia de Enicar en la fabricación vanguardista de relojes. Difundido su nombre por los países europeos, la colección de automáticos a prueba de agua hizo con éxito su debut en los mercados.
Desde finales de los años 30 hasta los 50 fue un período de grandes cambios. Enicar creó una serie de relojes Sherpa: Dive, Divette y Mini-dive, con diseños resistentes que resisten entornos extremamente severos: agua de mar corrosiva, altas presiones y súbitos cambios de temperatura.
Con una visión pionera, los relojes mecánicos de Enicar nunca dejaron de liderar los mercados con sus tendencias. Durante la década de los 40 la marca continuó creciendo con el objetivo de superar nuevos límites. El primer modelo cronógrafo que apareció en el mercado marcó un paso muy importante hacia el éxito.
Enicar dio un gran paso adelante con el diseño de los relojes jet Sherpa, que fueron diseñados por las fuerzas aéreas de los EE.UU. durante la segunda guerra mundial. Después del período de guerra, la colección Sherpa entró en el mercado asiático con el afán de ofrecer a los asiáticos tanto los complicados avances en los tiempos de la aviación como, más tarde, el control de los tiempos en el montañismo. Actualmente, la colección Sherpa continúa siendo uno de los modelos más extraordinarios.
A principios de los 50, Enicar recibió la primera certificación de precisión por parte del Neuchâtel Observatory, predecesor del C.O.S.C. (Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres). El certificado era un símbolo de la más alta precisión y fiabilidad.
La expedición suiza de 1956, emprendida para conquistar con éxito la cima del monte Everest y la cordillera del Himalaya, estaba equipada con cronómetros Enicar, que consiguió la aclamación del mundo tras la ascensión. Uno de los miembros, Ernst Reiss, alabó el reloj por su precisión excepcional en condiciones meteorológicas extremas. Mientras tanto, se introdujo el reloj de buceo a prueba de agua Ultrasonic Sea Pearl.
El cronómetro Ultrasonic Sherpa de Enicar fue instalado en el timón del Mayflower II, la réplica del Mayflower del siglo XVII. A pesar de permanecer sumergido en agua de mar durante los 50 días que duró el viaje por el Atlántico, el reloj demostró funcionar con un rendimiento excelente dadas las duras condiciones, como reconoció el capitán del barco Alan Villiers.
El campeón británico de Fórmula Uno Stiring Moss se quedó con el cronómetro took Ultrasonic Sherpa de Enicar por su fiabilidad, para usarlo en sus pruebas. Con una precisión excepcional, las variedades Sherpa fueron aclamadas más tarde por el campeón mundial de tenis australiano Ken Rosewall y el campeón de carreras de motos británico Geoff Duke.
Una exposición que ilustra la vida diaria de Lei Feng, muestra sus accesorios, incluyendo su reloj Enicar, en su pabellón conmemorativo.
Evolucionando más allá de los confines tradicionales de la fabricación de relojes, Enicar desveló el último modelo, el Supertest que presentaba la esfera con rotor de rubí con 30 joyas. La simplicidad del sistema garantizaba la alta precisión y mantenía la exactitud del tiempo al segundo.
De finales de los 60 hasta los 70 fue el mundo de los movimientos de cuarzo. Enicar introdujo los relojes de cuarzo, con el movimiento Beta 21 desarrollado por el conocido Centro Relojero Electrónico de Suiza y que había ganado el premio al “Reloj de Precisión en el Neuchâtel Observatory. El Sherpa Quartz fue presentado orgullosamente al mercado por primera vez.
En 1993, Sotheby’s tuvo una gran subasta de objetos espaciales soviéticos, entre los cuales los antiguos modelos antiguos de Enicar resultaron una parte espectacular. Estos relojes eran una magnífica colección propiedad de Sergey Korolyov, el eminente ingeniero espacial soviético durante las décadas de los 50 y los 60.
Enicar fue elegido patrocinador oficial de relojes para los doceavos Juegos Asiáticos en Hiroshima, Japón. En 1996, Enicar también fue patrocinador oficial del regalo para las delegaciones chinas en los vigesimosextos Juegos Olímpicos de Atlanta.
Damien Hirst, un conocido artista inglés, creó su obra de arte con esferas Enicar en los ojos de la calavera. La obra de arte fue reconocida más adelante, en 2007, como una de sus colecciones.
El reloj Enicar había sido mencionado previamente en la novela “Frog” escrita por el Nobel de Literatura Chino de 2012 Mo Yan. “El hombre que dio el reloj Enicar a mi tía es un piloto de las Fuerzas Aéreas… todo el mundo cree que la tía y el piloto encajan a la perfección.” (Mo Yan 2009, Capítulo 1 Sección 6).
Enicar is more than a familiar name, but also entwines a story about success and precision. Now, a centennial later, 2014 is Enicar’s glorious year and the brand celebrated its 100th anniversary dedicated to its long history and tradition in watchmaking.